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Lorenzo Herrera:

Nació 02-08-1896

Murió 21-01-1960

La muerte apago la voz del joropo. 

Por Yoheva

Lorenzo Herrera se despidió de su carrera de cantante en Navidad; esta fue su ultima actuación, pocos días después, se despedía también de la vida. Unos días antes de su muerte canto a las enfermeras, su ultima canción.

 

Lorenzo.

 

Del coro de la Iglesia Catedral, a la cima de la canción venezolana: esta es la historia de Lorenzo Herrera, un cantante  que paseo en joropo por España, América Latina, Estados Unidos y Canadá. Su primera canción: “Mi primer amor nunca se olvida” Fue inspirada por su esposa.

En los Andes Tito Guizar le regalo un perro “mucuchies”. Su “hobby”; coleccionar camisas y jugar con los animales. El 21 de Enero murió Lorenzo Herrera y en su entierro una niñita desconocida, vestida de negro, le dedico una canción titulada: “El Gran Lorenzo”.

 

La canción venezolana andaba sola en busca de una voz y Lorenzo Herrera cantaba en el coro de la Iglesia Catedral.

De pronto Lorenzo Herrera decidió cambiar la música de liturgia por el trozo popular y así encontró el joropo criollo, que lo sacara a recorrer caminos.

El nació en Santa Rosalía el 2 de agosto de 1896. Desde muy joven tuvo afición por el canto; siempre se le veía con una guitarra en la mano. Cuando termino sus estudios de secundaria, su pasión por el canto hizo que sus padres lo pusieran en una escuela de música.

Cuando vocalizaba, las muchachas se paraban a reírse de el. Pero el no se desanimo y siguió estudiando canto. A los 23 años se caso con una jovencita, de 16 años, llamada Juana Luisa Alfonso. Cuando el tango y el foxtrot invadieron a Caracas, el joven Lorenzo estaba preocupado: la música venezolana apenas se oía en las vitrolas caraqueñas. El siguió su camino y se encontró con una serie interminable de tropiezos. En su debut, en el desaparecido cine “La Pastora” recibió una lluvia de tomates, que hizo salir a su hermana y a su esposa avergonzadas. Mas tarde consiguió un contrato con la compañía de zarzuelas “Bracale”, con la que viajo al exterior. Esto le permitió llevar el joropo por América, pero tampoco consiguió el plan que se había trazado: la compañía se disolvió apenas llego a Cuba. Sin embargo su espíritu de artista siguió adelante y acompañado de su mujer Juana Luisa, y de su hijo Mayor Lorenzo Eduardo, se fue a Nueva York donde fijo su residencia. Allí comenzó  a trabajar en una radiodifusora, pero el salario miserable y el exceso de trabajo le hicieron retirarse y con el alma llena de tristeza dejo su canto para dedicarse a fabricar modelos de zapatos para una factoría de calzado. Su nostalgia por el canto le invadía y fue su esposa Juana Luisa, quien le dio calor y lo animo a que dejara la factoría y volviera a la música. De esta manera, Lorenzo Herrera volvió a cantar en la radio. Mas tarde, cuando las cosas mejoraron y empezó a actuar en cabarets, Juana Luisa le sugirió a que el era capaz de componer sus canciones como lo hacían los otros cantantes. El no se creía capaz por falta de inspiración, pero su esposa, una noche lo ayudo a hacer su primera composición, con estas palabras:

Pon allí: “Mi primer amor nunca se olvida”. De esta manera nació su primera canción que se titula “mi primer amor nunca se olvida”, desde aquella noche, después de la comida, se sentaba en la cocina con un café y su guitarra a componer sus canciones. Llego a componer en un mes treinta canciones, entre ellas una titulada “Luisa”, dedicada a su esposa. Algún tiempo después, cuando su situación económica mejoro, compró un piano. Sin embargo, prefería seguir componiendo con su guitarra y sus inseparables maracas. Como acostumbraba a hacer sus arreglos de madrugada, sus hijos se quejaban.

“Papa, no nos dejas dormir y mañana tenemos que ir al colegio”. Lorenzo trancaba la puerta de la cocina y seguía dándole a su guitarra, arreglando canciones hasta convertirse en una fuente inagotable.

Sus primeros triunfos en los Estados Unidos, le hicieron aficionarse a los viajes, Juana Luisa se quedaba cuidando de sus hijos y el con su joropo recorrió los caminos de América. De los Estados unidos, Lorenzo Herrera viajo a Canadá, donde cumplió un contrato con la radio y la televisión y años mas tarde, realizo una gira por Suramérica: tuvo grandes éxitos, Su sueño se cumplía: el llegar a la cima de la fama.

Por el interior de Venezuela también viajo mucho. En una ocasión fue a los Andes con Tito Guizar, quien en la región andina adquirió un perro “Mucuchies”. De regreso se lo regalo a Lorenzo Herrera y le dijo ponle Tito para que te acuerdes de mi. Lorenzo era muy amante de los animales  y sabia conquistar su cariño.

Su hobby era coleccionar camisas y jugar con los animales.

Sus grabaciones comenzaron a venderse y el intento fundar una compañía grabadora de discos junto con la señora Carmen Luisa Weidmam. No se sabe que paso con el negocio, parece que a última hora la persona que iba a financiarlo se echo para atrás y por falta de capital no se llevo a cabo el proyecto. Ya tenían hechas algunas matrices con música de Lorenzo Herrera, que el público desconoce y el mismo autor por causa de innumerables viajes no recordaba; esas matrices las conserva Carmen Luisa Weidmam.

Años después, filmo una película “joropo”, que el mismo protagonizo junto con su hijo menor, Jaime que interpreto "Mi Coleton”.

El año pasado desempeñaba el cargo de secretario general del Sindicato Profesional de Autores y Compositores. En este cargo realizo una gran labor: Lucho por conseguir el “derecho” de cobrar  sus propios “derechos”, los derechos de autor.

Meses antes de sufrir  el infarto que lo llevaría a la tumba estuvo actuando en clubes nocturnos, en radio y televisión y el 22 de octubre canto, por primera vez en Venezuela, junto a sus hijos Lorenzo Eduardo, en el programa “Concierto Obrero” de la Televisora Nacional. En esta ocasión ambos demostraron nuevamente su buena calidad. Sus últimas actividades las realizo en el “Show de las 12” y en el Restaurante Venezuela. Lorenzo Herrera, estaba enfermo hacia algún tiempo. Ultimamente se encontraba un poco decaído y desilusionado, por la poca ayuda que le prestaba el país, debido a esto y a que las grabadoras ya no querían editar música venezolana, se decidió a dedicarse a la interpretación de boleros, guarachas y chachachas. Para ello escribió varias canciones que dejo sin música y grabo algunas para un long play que se quedo sin editar.

El 5 de Enero sufrió un infarto cardiaco, fue trasladado al centro medico “Santa Cecilia” por su hermana Cruz de Arias, su esposa y su hijo Lorenzo Eduardo, quien siguió los pasos de su padre, estaban en Nueva York. Hilda, que también lo siguió hasta que se caso, Eloy y Jaime se encontraban en Norteamérica. En la clínica Santa Cecilia, estuvo hospitalizado cuatro días; cuando le dieron de alta regreso a su casa, pero sufrió una recaída. Hubo que trasladarlo de urgencia al puesto de socorro, el 14 de Enero, donde estuvo justamente una semana. En el puesto de emergencia canto su ultima canción a las enfermeras, el día antes de emprender su ultimo viaje, Magdalena Sánchez, al conocer la noticia, sufrió un sincope del cual ya se ha recuperado.

El pueblo, con ramos de flores, acompaño a sus hijos durante el sepelio en el Cementerio General. Entre las personas que lo acompañaban iba una niña desconocida vestida de negro que lloraba desconsoladamente. Al despedirse entrego a Lorenzo herrera (hijo) una canción con la música del corrido de “Venezuela Libre” y con letra anónima que iba dedicada al Gran Lorenzo.

El 21 de Enero hacia las 6 de la tarde, falleció, Lorenzo el Grande, Lorenzo, El Rey del joropo, en vida así te llamaban quienes al saber tu muerte de inmediato te lloraban.

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