En la esquina de mamey

Todo esto comenzó el otro día, cuando compre un disco compacto de “Los Antaños del Stadium” ya que me gusta la música cañonera, esto es la música que surgió en la Caracas de los años 20 y 30 del siglo XX, como producto de una fusión de estilos diversos entre los que destacaba el merengue. Esta música prospero en los mabiles o casas de tolerancia y se podía bailar rucaneao, es decir pegado. Las letras de estas canciones eran generalmente picaras con juegos de doble sentido e incluso jocosas. Pues bien, en el disco que compre aparece la “Pelota de carey”, aquel merengue (o guasa, no estoy seguro, ¿Qué dices Roberto?) pero me llamo la atención que la canción sale como de “autor desconocido”. Me pareció extraño, pues es una canción muy famosa o lo fue en su época. Tan vez ustedes recuerden la letra: La pelota, la pelota/la pelota de carey/es un baile muy de moda/en la esquina de mamey/oye Margot, oye Margot/oye Margot de la ilusión/que son tus ojos dos luceritos/que me han robado el corazón/la pelota…(bis)/cuando Rubito llego a Caracas/el pueblo entero se estremeció/iba a observar en la arena/su maestría y su valor/la pelota…(bis)/pero mulata no seas ingrata/cual era tu pretensión/cuando me miran tus ojos/me rompes el corazón/la pelota…(bis)/ay, que rico, ay que rico/es el aire que da mi abanico/ay mama, ay papa/que airecito sabroso que da/la pelota…(bis). Otro misterio se planteaba. ¿Quién fue el valeroso Rubito que cita la canción? La interrogante puede despejarla visitando la pagina Web portal taurino. Allí pude leer que Rubito fue un famoso torero caraqueño de la época llamado Eleazar Sananes Echevarria, quien nació el 15 de enero de 1900 y murió en la capital el 26 de febrero de 1971. Resuelto este misterio aun persistía el de la autoria de la canción. Ya que estaba metido en Internet, visite la pagina de los Cañoneros, otro grupo representante de esta música. Ahí me entere de que la Pelota de carey, tanto la letra como la música es de Lorenzo Herrera. Sin embargo no había datos de el. Seguí en la red de redes y, por no dejar; puse el nombre del músico en un famoso buscador cuyo nombre al ser pronunciado parece el grito del pavo. Fue agradable mi sorpresa cuando descubrí que en la Wikipedia hay un artículo dedicado a este compositor caraqueño, basado en una investigación de Guillermo Ramos Flamerich, el cual me permito glosar por su importancia para esta crónica. Lorenzo Esteban Herrera que nació el 2 de agosto de 1896 en la parroquia Santa Rosalía y falleció en 1960, es uno de los grandes cantantes y compositores de la primera mitad del siglo XX en Venezuela. En 1923 junto con su familia, se fue para Nueva York en busca de unos centavos (perdón, ese merengue es de Luis Fragachan). Quería Lorenzo desarrollarse como músico pero los primeros años fueron muy duros, tanto que tuvo que trabajar como zapatero. Sin embargo, finalmente logro imponer su talento y firmo contrato con las disqueras mas famosas de la época, RCA Víctor, Columbia, entre otras. En Nueva York, compuso gran parte de sus celebres canciones, entre las que podemos mencionar el famoso pasodoble “La Sultana del Ávila”. En 1935 participo en el film “Joropo”, producido por un grupo de venezolanos residentes en Estados Unidos, bajo la dirección de Héctor Cabrera Sifontes. La película, rodada en Nueva York, ambienta situaciones propias de los llanos venezolanos, y su secuencia final muestra a todos los personajes, vestidos de rigurosa etiqueta, bailando joropo en el gran salón del Waldorf Astoria, considerado para la época, uno de los hoteles mas lujosos del mundo. Ese mismo año regreso a Caracas para continuar con su carrera musical. Además de interpretar géneros folklóricos y pasodobles, hizo popular el bolero mediante la radio en las emisoras más influyentes de la época. Lorenzo Herrera fue pionero en llevar mas allá de nuestras fronteras la música venezolana, logrando firmar contratos con disqueras internacionales, dando conciertos en Canadá, Estados Unidos, Colombia y Argentina entre otros países. Fue amante del buen vestir, teniendo como afición coleccionar camisas. Daba sus presentaciones con la ropa propia de la tierra venezolana. Compuso mas de 500 canciones, las cuales en su mayoría fueron éxitos rotundos como Compae Pancho, Luisa, Josefina, Rosalinda, Juan José, El Bachaco, El coletón, Mi rancho, La caldereta, La mula rucia, Canta Ruiseñor, El primer amor, Chupa tu mamey, Ya no sufras corazón, Vente paca mi negra, Caminito del llano adentro, El petróleo, entre otras. Señala el autor de esta nota que la voz y el estilo de Lorenzo Herrera fueron autentica expresión de los ritmos venezolanos, ya que vertía en sus letras toda la gracia y humor del verdadero sentir de su pueblo junto al romanticismo de sus valses que conservaban aun los matices sentimentales de principios del siglo XX. Con el merengue criollo su cantar ponía la gracia del refrán de moda en su Caracas, con el joropo soltaba las voces de su llano desde el cantar del gallo hasta el galopar del potro enredados en las cuerdas del arpa y el cuatro. Pero todavía quedaba un misterio por develar. ¿Dónde queda la esquina de mamey y porque se llama así? Según el cronista Enrique Bernardo Núñez en la ciudad de los techos rojos, “La viñeta de San Felipe, llamada después del mamey y el padre Hermoso, donde los padres del oratorio tenían huerto de recreo conforme a las reglas de su instituto, fue por largo años morada del general José Antonio Páez y, por lo mismo, centro de la vida política del país. En sus lujosos salones triunfaban las gracias de doña Barbarita Nieves, dueña de la mansión”. Esto explica la importancia, señalada en la canción, de que la pelota de carey sea un “baile muy de moda” en la esquina de mamey. Tantas referencias a la esquina motivaron mi curiosidad y decidí visitarla. Tome el metro hasta capitolio y baje por la avenida Baralt. En la esquina de Bucare pregunte a unos fruteros, quienes por cierto no vendían mameyes sino peras y manzanas, donde quedaba. Uno me respondió: - dos cuadras mas abajo en la esquina del Carmen, doble a la izquierda; Ahí mismito es. Así lo hice y a media cuadra me alegro distinguir la copa del árbol. Un mamey crece en el interior del grupo escolar “Francisco Pimentel” dando frescura con sus hojas de color verde oscuro. La escuela, que llevaba el nombre del insigne poeta y humorista caraqueño Job Pim, esta recién remodelada y tiene en su fachada un hermoso alto relieve del maestro margariteño Francisco Narváez. La esquina de mamey no ha perdido su esplendor, y se inmortalizo gracias a Lorenzo Herrera, un compositor que al cantarle a su parroquia Santa Rosalía fue tan caraqueño que se volvió universal